Guía completa para ponerse, quitarse y cuidar tus lentes de contacto blandos

 Introducción:

Los lentes de contacto blandos son una excelente alternativa a los anteojos para corregir problemas visuales y disfrutar de una visión clara y sin obstáculos. Sin embargo, para obtener el máximo beneficio de ellos y mantener la salud ocular, es fundamental aprender a colocarlos y retirarlos correctamente, así como seguir una rutina de cuidado adecuada. En esta guía completa, te enseñaremos paso a paso cómo poner y quitar tus lentes de contacto blandos y cómo mantenerlos en condiciones óptimas para garantizar la comodidad y salud visual a largo plazo.


Parte 1: Cómo ponerse los lentes de contacto blandos


Paso 1: Lávate las manos

Antes de tocar tus lentes de contacto, asegúrate de lavar bien tus manos con agua y jabón, y sécalas con una toalla sin pelusa. Esto eliminará cualquier rastro de suciedad o bacterias que puedan afectar tus ojos.


Paso 2: Prepara el lente

Coloca el lente en la palma de tu mano limpia y vierte unas gotas de solución salina o desinfectante específico para lentes de contacto blandos. Asegúrate de que el lente esté libre de suciedad y, si es necesario, acláralo con la solución.


Paso 3: Usa el método adecuado

Existen dos métodos principales para colocar los lentes de contacto: el método del espejo y el método de los dedos. Escoge el que te resulte más cómodo.


- Método del espejo: Sostén el lente con el dedo índice de una mano mientras te miras en un espejo con la otra mano. Lentamente, coloca el lente sobre el ojo y parpadea suavemente para acomodarlo en su lugar.


- Método de los dedos: Con el lente en la palma de tu mano, utiliza los dedos índice y medio de la otra mano para sostener el párpado superior e inferior, respectivamente. Luego, coloca el lente en el ojo y suelta los párpados.


Paso 4: Parpadea y ajusta

Una vez que el lente está en su lugar, parpadea varias veces para asegurarte de que esté bien ajustado en la superficie del ojo.


Parte 2: Cómo quitarse los lentes de contacto blandos

Paso 1: Lávate las manos

Al igual que al colocar los lentes, el primer paso para retirarlos es lavar bien tus manos con agua y jabón, y secarlas adecuadamente.


Paso 2: Utiliza el método adecuado

Hay dos formas principales de retirar los lentes de contacto blandos: el método del dedo índice y el método del pellizco.


- Método del dedo índice: Con el dedo índice de una mano, desliza suavemente el lente hacia el blanco del ojo (la esclerótica). Luego, con el pulgar y el dedo índice, pellizca suavemente el lente para retirarlo del ojo.


- Método del pellizco: Usando el pulgar y el dedo índice de una mano, pellizca suavemente el lente para retirarlo directamente del ojo.


Paso 3: Limpia y guarda los lentes

Coloca el lente en la palma de tu mano y añade unas gotas de solución multipropósito para lentes de contacto blandos. Frota suavemente el lente con el dedo índice para eliminar los depósitos y enjuágalo con más solución. Luego, guárdalo en su estuche con solución fresca.


Parte 3: Cuidado y mantenimiento de los lentes de contacto blandos


- Limpieza diaria: Lava y enjuaga tus lentes de contacto con solución fresca todos los días, incluso si no los usaste. No utilices agua corriente para limpiarlos, ya que puede contener bacterias y microorganismos dañinos para tus ojos.


- Reemplazo adecuado: Sigue las indicaciones de tu óptico u oftalmólogo en cuanto al tiempo de reemplazo de tus lentes. Algunos son de uso diario y otros de uso prolongado (mensual, quincenal, etc.), pero es esencial respetar estos plazos para evitar irritaciones y problemas oculares.


- No los compartas: Nunca compartas tus lentes de contacto con otra persona, ya que esto puede transmitir infecciones oculares.


- Cuida el estuche: Lava regularmente el estuche de tus lentes con solución y déjalo secar al aire. Reemplázalo cada tres meses para evitar la acumulación de gérmenes.


Conclusión:

Al seguir estas instrucciones para ponerse, quitarse y cuidar los lentes de contacto blandos, estarás protegiendo la salud de tus ojos y garantizando una visión clara y cómoda. Siempre consulta a tu profesional de la salud ocular si tienes alguna duda o experimentas molestias mientras usas tus lentes de contacto. Recuerda que una buena higiene y un cuidado adecuado son fundamentales para disfrutar plenamente de los beneficios de los lentes de contacto blandos.

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