"Epífora: Causas, síntomas y tratamientos para la excesiva producción de lágrimas"

Introducción: 

La epífora es una condición ocular común que se caracteriza por una producción excesiva de lágrimas, lo que resulta en el derramamiento constante de lágrimas por el ojo. Esto puede causar molestias e incomodidad, así como visión borrosa temporal. En este artículo, exploraremos qué es la epífora, las posibles causas subyacentes, los síntomas asociados y los tratamientos disponibles para ayudarte a comprender mejor esta afección y cómo manejarla.

¿Qué es la epífora?

La epífora se refiere a la producción excesiva de lágrimas que no se pueden drenar adecuadamente a través del sistema lagrimal, lo que resulta en el derramamiento de lágrimas por el ojo. Esto puede deberse a una obstrucción o bloqueo en el sistema lagrimal, un desequilibrio en la producción de lágrimas o una incapacidad para drenar las lágrimas normalmente.

Menisco lagrimal abundante


Causas y factores de riesgo:

Existen varias causas posibles de epífora. Algunas de las causas más comunes incluyen obstrucciones en los conductos lagrimales debido a infecciones, inflamación, estrechamiento o bloqueo físico, problemas con los párpados, como ectropión o entropión, irritación ocular crónica, alergias, ojo seco grado 2 y ciertas afecciones médicas, como sinusitis crónica o conjuntivitis crónica.

Síntomas de la epífora:


El síntoma principal de la epífora es el derramamiento constante de lágrimas por el ojo afectado. Esto puede resultar en la sensación de humedad o lagrimeo constante, así como en la necesidad frecuente de secarse los ojos. Además, la epífora puede causar irritación ocular, enrojecimiento, visión borrosa temporal y sensibilidad a la luz.

Diagnóstico y tratamiento:

El diagnóstico de la epífora se realiza mediante un examen ocular completo realizado por un oftalmólogo especializado en segmento anterior. El médico evaluará la causa subyacente de la epífora y determinará el tratamiento más adecuado. El tratamiento puede variar según la causa y puede incluir medidas conservadoras, como la limpieza ocular regular, el uso de compresas calientes para abrir los conductos lagrimales obstruidos y el uso de lágrimas artificiales para mantener los ojos lubricados. En casos más graves o persistentes, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar o desbloquear los conductos lagrimales.

En caso de ser la causa ojo seco grado 2, requiere un tratamiento con gel viscoso para mejorar la capa mucosa de la lágrima, esto mejorará la calidad de la lágrima y ayudará con la epífora.

En caso de presentar epífora leve, la causa puede ser astenopia acomodativa y se soluciona con un examen visual optométrico. Muchas veces para quienes tienen excelente visión los lentes de descanso son la solución, pues pueden tener graduaciones facultativas que no afectan en su agudeza visual pero si en su bienestar ocular con múltiples síntomas como la epífora.

Prevención y cuidado ocular:

Si bien no se pueden prevenir todas las causas de la epífora, se pueden tomar medidas para mantener una buena salud ocular y reducir el riesgo de desarrollar esta condición. Esto incluye practicar una buena higiene ocular, evitar la exposición a irritantes oculares, como el humo o los productos químicos, proteger los ojos de lesiones oculares y mantener una buena hidratación para promover la producción adecuada de lágrimas.

Conclusión:

La epífora es una condición ocular incómoda y molesta que se caracteriza por la producción excesiva de lágrimas. Si experimentas un derramamiento constante de lágrimas por uno o ambos ojos, es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y discutir las opciones de tratamiento disponibles. Con el cuidado adecuado y el tratamiento adecuado, la epífora puede ser manejada con éxito, aliviando los síntomas y mejorando la calidad de vida del paciente.

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